20/03/2013

Escribir libros

"Aquella noche, después de pasarme varias horas mirando fijamente mi lamentable obra de teatro, apagué el ordenador con gran frustración y salí de mi piso. Fui a una fiesta que celebraba la aparición de tres poemarios más en el mundo. 
(...)
Sola en la barra, me pregunté si sería capaz de amar al chico que había en el otro extremo: aquél del pelo castaño rizado que era como una versión desvaída y más neutral del primer chico que amé. Mientras se dirigía a los peldaños de la entrada, pensé: si ha salido a fumar, lo amaré. Pero cuando salí, a pesar de que un cigarrillo le pendía de los labios, no lo amé."


Lo leí anoche en la página 83 del libro "¿Cómo debería ser una persona?" de Sheila Heti y me pareció importante.



1 commentaire:

Zaida Carmona a dit…

me encanta